Las Bacantes de Eurípides de Hörderlin
Las festividades de Baco. Francois Antoine
El siguiente poema pertenece a Johann Christian
Friedrich Hölderlin, un poeta lírico alemán, quien acostumbraba retomar temas
de mitología clásica en sus poemas, en uno de ellos, Las bacantes de Eurípides,
retoma precisamente esta obra y muestra un conocimiento más profundo de la genealogía
de Dionisio.
Las
Bacantes de Euripides – Hölderlin
He venido, hijo de Jove, a esta
tierra de Tebas,
Dioniso, que alumbré una vez a la
hija de Cadmo,
Semele, fecundada por el fuego de
la tempestad.
Y tomando figura mortal, al sitio
del dios,
aquí estoy, en el bosque de
Dirce, al pie del Ismeno.
El sepulcro de la madre veo, de
aquella que fue en el fulgor,
allá, junto a las casas y las
ruinas de las salas
humeantes, donde ahora vive la
flama del fuego divino,
la eterna violencia de Hera
contra mi madre.
Alabo al sagrado Cadmo, que aquí
en el campo
lloró a la hija el árbol del
higo. Lo he circundado
con el aroma de la uva y el verde
de las vides,
y de lejos, de la tierra colmada
de oro de los lidas,
de los frigios y los persas,
golpeada por la luz,
en el muro de la Bactriana, a
través del campo tempestuoso
de los medos, a través de los
dichosos árabes,
y vagando por la eterna Asia, que
yace junto a las aguas
saladas, para unos y otros,
griegos y bárbaros
entre ellos confundidos, roca de
ciudades con bellas torres,
así llegué aquí en una ciudad
griega por vez primera
para conducir mi coro e instruir
mis misterios,
pues sólo a los hombres como
espíritu visible soy.
Por primera vez en Tebas, aquí en
Grecia,
he elevado mi grito, tensando la
piel de los ciervos.
Desde el inicio el poema se divide Desde que comienza el poema es narrado desde
la perspectiva de Dionisio, primero relata muy brevemente parte de su pasado y genealogía,
al decir que ha alumbrado a Sémele y que es hijo de Jove, en los versos siguientes
sigue refiriéndose a la historia de su madre y su nacimiento. También hacen mención
de las características con las que se ha identificado a Dionisio, las uvas y
las vides, así como también el árbol o las hojas de higo, rasgo que era
utilizado para las ceremonias religiosas dirigidas a Baco y también para
algunas otras festividades en la antigua roma, lo que recalca el buen conocimiento
de la cultura y mitología de parte del autor.
En
los versos siguientes, Hörderlin rememora y describe el origen extranjero del
dios mencionando Frigia, Asia y todo lo lugares y las características de estas,
por las que atravesó Dionisio para llegar a Tebas y así retomar la historia de Eurípides
y decirnos los propósitos del dios al llegar
a Tebas.
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