Sirin y Alkonost
Sirin y Alkonsot son dos
criaturas que aparecen en el folklore ruso y en la mitología eslava. Inspiradas
en la mitología griega, posteriormente se desarrollaron en el cristianismo
ortodoxo. Son similares a las sirenas griegas, estos dos seres tienen rostro de
mujer (a veces también pecho) y cuerpo de ave. Cuando están juntas son aves de augurios, Sirin suele representar la felicidad y la alegría y Alkonost el dolor y la tristeza.
Sirin (right/white) and
Alkonost (left/black) – Birds of Joy and Sorrow.
Víktor Vasnetsov, 1896, óleo sobre tela.
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Sirin:
Es una criatura con rostro de
mujer y cuerpo de ave. A veces aparece usando una corona o un nimbo. Puede aparecer con extremidades superiores de ave (alas) y con senos femeninos. Según las
versiones vive generalmente en “tierras indias” o bien en el Paraíso, o cerca
del jardín del Edén o cerca del río Éufrates.
Hacia el siglo XVII-XVIII las sirin, como conjunto, sufren un cambio
en su concepción y pasan a representar la armonía del mundo, ya que su hábitat
era cerca del Paraíso. Se creía que solo las personas muy felices podían
escuchar y ver a una sirin, ya que
estas eran símbolo de la felicidad eterna.
Alkonost:
Según las versiones, habita en el
Inframundo junto con Sirin o en el Paraíso. Con su hermoso canto podía hacer
que los hombres olvidaran todo aquello que conocían y murieran al paso del
tiempo. A veces aparece con cuerpo de ave de la cintura hacia abajo, y de mujer hacia arriba, incluso puede tener tanto alas como brazos.
Se dice que pone sus
huevos a la orilla de las playas y éstos ruedan hacia el agua. Cuando se rompen,
se producen grandes tormentas y el mar se vuelve innavegable.
Su nombre proviene al parecer de
la diosa griega Alcíone, quien cuando junto con su marido quiso equipararse a
Zeus y Hera, como castigo fue transformada en ave (alción).
Las dos criaturas guardan similitud con las Sirenas de la mitología griega, de las cuales fueron inspiradas. Poseen un canto o una voz seductora que, aunque estas versiones rusas no la usan con fines seductores, sí causan la perdición de quien la escucha, pues ambas provocan que la víctima olvide todo lo que sabe y lo conducen hacia la muerte. Aunque también pueden ser señal de buenos augurios y como ya se dijo, como símbolo de la felicidad por su relación con el Paraíso. También comparten la morfología: el cuerpo de ave, el rostro de una mujer hermosa y/o el busto femenino.
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