La ninfa de Bécquer: Ojos verdes
Las ninfas son divinidades de las aguas claras, las más
conocidas son las hermanas de Tetis y las nereidas que aparecen en el viaje de
los Argonautas. En la antigüedad son receptáculos para engendrar héroes o los
crían en calidad de nodrizas. Poseen aspecto ctónico por su relación con la
naturaleza. Es difícil ceñirlas particularmente debido a que su hibridación no
es tan evidente como en el caso de otras criaturas, puesto que poseen
naturaleza divina, aunque pueden morir poseen una larga vida, en forma
antropomórfica. En un inicio son únicamente las favorecedoras de funciones de
la naturaleza, representan la fecundidad natural. Sus categorías son diversas,
aún en el ámbito acuático, pero aquí se toma a la ninfa oceánide, de agua
dulce, entendida en el misterio y ambigüedad de criatura maravillosa y temible
(por el desconocimiento de su naturaleza) a través de la escritura de Gustavo
Adolfo Bécquer.
Cuento Ojos Verdes
DESCRIPCIÓN: Fernando,
en la caza de un ciervo, se adentra hasta una fuente, la llamada fuente del
Álamo sobre la cual pesa una leyenda que asegura que si te aproximas a ella
caerá sobre ti un mal. Tras esto, Fernando estuvo escuchando durante días
nombres, voces, etc., y una tarde que acudió a sentarse en los bordes de la
roca a las orillas del agua, donde esperaba que apareciesen los ojos verdes, de
una hermosa mujer, de la cual se había enamorado, al fin esta apareció de nuevo
del agua y le incitó, prometiéndole amor, a ir con ella, así Fernando cayó al
agua donde murió, y no se volvió a saber nada más de él.
A continuación, para quien prefiera conocer la historia de manera visual, se presenta un proyecto de animación basada en la obra de Bécquer.
ANÁLISIS FORMAL: La mujer descrita en la obra es una Ninfa
acuática. Su residencia en un medio acuático la hace de naturaleza distinta a la humana. Además de su aparición justo en el momento de la cacería pues,
si bien ya existe una diosa que protege a las bestias, Artemis, las ninfas servirían
como protectoras de la naturaleza en general: plantas, bestias e incluso
estaciones (Cf. Himno órfico 51 a las
Ninfas), aunque residan en agua, y serían una suerte de auxiliares de Artemis
en cuanto a su protección a las bestias de caza, aquí un ciervo. La misteriosa presencia en la fuente tiene forma de mujer,
pero no es una. El siervo de Fernando le hace esta advertencia cuando le habla
sobre la leyenda popular que fue transmitida por sus padres: me dijeron mil veces que el espíritu,
trasgo, demonio o mujer que habita en sus aguas tiene los ojos de ese color. (Fig. 1)
Figura 1. Retirando los límites en el esquema, ¿desde dónde se considera el color verde?
Durante todo el relato se habla de la inusual coloración en
los ojos de la ninfa. Puesto que la figura es semejante a una mujer humana, en
algo debía distinguirse del resto de los humanos. La tradición cromática siempre
es muy clara en descripciones divinas, por ejemplo: Atenea y sus zarcos ojos;
Aurora y sus rosáceos dedos; Iris y su amplio espectro de colores; Helios y su
relación con el dorado y el brillo lumínico. En las ninfas no es distinto, son divinidades
al fin y al cabo, el fragmento 35 de Anacreonte, según la traducción de
Campbell, habla sobre ninfas de ojos azules y mejillas rosadas; en el himno órfico
a Afrodita, traducción de Taylor, se alaba a ninfas bellas de ojos celestes;
Filóstrato el Anciano, en su Imagines, nos
describe la blancura en la piel de las ninfas; Nono de Panópolis, épico tardío,
en su Dionysiaca, habla de una Náyade
en un manantial cuyo cuerpo es de color similar al del agua, se discute si
sería un tono azul claro o verdoso. Probablemente de esta ambigüedad, (Fig 2), es que se
concibe la idea de que las ninfas presentan alguna coloración similar al
entorno en el que habitan, si inclusive hoy en día es difícil precisar en color
de una fuente natural o artificial de agua, mucho más difícil debió ser en
época antigua y en la de Bécquer.
Figura 2. Todas son coloraciones "verdes", ¿cuál sería el color de ojos en una ninfa?
COMENTARIO:
Se habla de ojos verdes, pero es posible que cada
lector pensara en un tono diferente al que el autor pretendía. Me parece que
Bécquer acierta en hacer siempre alusión a la figura mitológica sin nombrarla
nunca como Ninfa, es una visión más pura sobre el probable acercamiento entre
un humano y una divinidad. La curiosidad de atribuir ojos verdes puede darse
por la rareza con la que uno se encuentra con esta pigmentación, en estudios se
ha descubierto que no existe un genoma específico que otorgue la coloración
verdosa al iris, ya que requiere la misma cantidad de melanina que los ojos
marrones y, sin embargo, no es un color naturalmente común, eso hace de los
ojos una característica especial que, sin saberlo Bécquer ni los antiguos, dota
de mucha particularidad a su personaje.
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