La Quimera de Baudelaire
Otra representación moderna de la Quimera y es que parece que más que fuentes antiguas, esto se trata de fuentes modernas. El microrrelato Cada cual, con su quimera de Baudelaire, presenta a una Quimera idealizada que más que tratarse de un ser mitológico es lo que podría verse como los pesares que cada ser humano acumula y lleva en su espalda, así lo representa Baudelaire, en una visión romántica de la sociedad decide transformar a este monstruo y trasladarlo al diario vivir.
De ahí se podría sacar la enseñanza de que cada quien es Belerofonte que lidia todos los días con su Quimera la cual tiene que vencer, o sea que cada uno debe de hacerle frente al cúmulo de desgracias que arrastra a diario, discurso que más que nada suena sacado de un libro de superación personal. Sin embargo, a través de esas líneas se puede notar la tradición clásica que lo acompaña al representar a la Quimera como engendradora de desgracias tal como los griegos la vieron en algún momento.
Finalmente el narrador al narrador del cuento parece ocurrirle lo peor y es que él mismo se ve superado por su Quimera la cual le impide seguir indagando, de ahí otra enseñanza se podría sacar y es que el cúmulo de problemas que cada uno trae es a veces tan grande que impide que uno avance en sus objetivo, cosa más obvia no hay, pero es por lo menos resaltable la forma en la que Baudelaire usa la metáfora de una Quimera para intentar transmitir estas enseñanzas, que si ese era su fin lo logró y si no lo era, entonces ¿cuál es?.
A través de estas líneas, pues, se puede ver como Baudelaire toma un ser de la tradición clásica y lo adapta una época posterior, con el fin de proveer una enseñanza a través de un microrrelato, si bien muy poco se podría aprender de la tradición clásica a través de estas breves líneas, bien podría impulsar al lector a investigar la naturaleza de una Quimera lo cual llevaría a un mayor aprendizaje.
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