Muerto el hombre por su propia mano
Cuadrúpedo en la aurora, alto en el día
y con tres pies errando por en vano
ámbito de la tarde, así veía
la eterna esfinge a su inconstante hermano,
el hombre, y con la tarde un hombre vino
que descifró aterrado en el espejo
de la monstruosa imagen, el reflejo
de su declinación y su destino.
Somos Edipo y de un eterno modo
la larga y triple bestia somos, todo
lo que seremos y lo que hemos sido.
Nos aniquilaría ver la ingente
forma de nuestro ser; piadosamente
Dios nos depara sucesión y olvido.
y con tres pies errando por en vano
ámbito de la tarde, así veía
la eterna esfinge a su inconstante hermano,
el hombre, y con la tarde un hombre vino
que descifró aterrado en el espejo
de la monstruosa imagen, el reflejo
de su declinación y su destino.
Somos Edipo y de un eterno modo
la larga y triple bestia somos, todo
lo que seremos y lo que hemos sido.
Nos aniquilaría ver la ingente
forma de nuestro ser; piadosamente
Dios nos depara sucesión y olvido.
Las breves líneas de Borges maravillan por ser tan sustanciosas, entre las primeras se encuentra el acertijo que resuelto llevó a la Esfinge al suicidio, a Borges le bastan tan sólo dos líneas para explicar un acertijo que muchos pronuncian con tantas, ahí ya se puede encontrara una característica digna de análisis y de difícil semejanza. Aún más profundo resulta el hecho de que la Esfinge tenga como hermano al hombre claro aquí englobado como el conjunto de seres vivientes con intelecto, sin duda lo asemeja a la Esfinge para demostrar que la perdición del hombre no se encuentra en ese icono que representa un destino fatídico sino en el mismo hombre que cegado por su ignorancia es incapaz de resolver su vida y eso le conduce a la muerte su propia ignorancia.
En la segunda estrofa se ve más aún este aspecto filosófico que encierra la Esfinge, pues es el hombre ya viejo el único capaz de al examinarse a sí mismo o sea a la Esfinge y es el único consciente del pasar de las épocas, por dichas razones resuelve el acertijo. Fuera de la explicación aquí se encierra una enseñanza aún mayor pero bien sabida en la cultura popular, que los viejos son las figuras de sabiduría por excelencia, ya dicho estereotipo se tenía entre los antiguos y Borges al tener la oportunidad abusa de nuevo de dicha enseñanza.
La tercer estrofa a simple vista resulta aún más enigmática pero encierra la misma enseñanza, intenta advertir al lector de lo seguras que serán las etapas para cualquier mortal, pero además nos advierte de un tercer estado, el estado de bestia, que no podría ser otro más que el de la ignorancia, dicho estado representado por la Esfinge como ya se ha recalcado intenta advertir que uno muere por su propia ignorancia.
La última estrofa es un bello cierre que además de fulminante, brinda una esperanza, primero señala que uno al darse cuenta del error en el que ha vivido creyendo estar apartado de la naturaleza de una Esfinge, al caer en cuenta de que no es así será ese el día de su final, pero después brinda la esperanza de que ese final no será total puesto que siempre quedará un legado el cual finalmente acabará en el olvido. Claramente Borges representa a la Esfinge como una figura de la ignorancia, del espejo y sobre todo del inminente final, tal como el que dio muerte a muchos hombres tebanos.
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