miércoles, 17 de octubre de 2018


Erika Aranza Flores Blancas
Adaptación de la obra de Teócrito, Idilio XI a la ópera en la cantata de Händel, Acis y Galatea: algunas particularidades de la misma.

En el poema de Teócrito sobresale, en primer lugar, el sentimiento de Polifemo hacia Galatea. Éste ya empapado de características musicales, incluso canta a su amada. Aquella, sin embargo, tiene otro amor. Polifemo expresa su frustración diciendo: “¿Por qué, tras rechazar al cíclope, amas a Acis y prefieres a Acis a mis brazos?”. Un cambio gradual que va desde el amor incondicional que deriva en un profundo desprecio hacia su rival Acis.
Al inicio de la ópera de Händel, en cambio, se prioriza el amor idílico de Galatea y su amado. Puede verse a la pareja sumergida en una danza de profundo amor.
Entonces vemos que mientras, por un lado, el personaje central es Polifemo y su ira incontenible  en Teócrito, por el otro, en Händel es la pareja enamorada y la manera de poder mantener su amor vivo.
Otra cuestión que vale la pena resaltar es que en el poema se puede notar una dualidad muy marcada en el cíclope. Lleno de amor y alegría al principio y posteriormente lleno de ira y salvajismo. En una representación reciente de cantata de Händel, esta dualidad que además se extiende al resto de los personajes se representa a través de un mimo, es decir, que en escena no son tres sino seis los actores que representan la obra. Entonces cada uno de aquellos es representado en su propio conflicto, el evidente y el emocional. Podría decirse, en una interpretación algo arriesgada, que la dualidad de Polifemo está representada en todo el poema, tanto en él como en Galatea y Alcis provocados por la pasión y que fue precisamente eso lo que trataron de representar en esta versión de la ópera.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario