Algunas características metamorfizadas de Circe que se pueden identificar en la pintura de John Williams Waterhouse llamada La bruja.
En la imagen puede verse una mujer sentada frente a una
mesa, aquella está recargada sobre su mano derecha mirando reflexiva hacia su
lado izquierdo. Con la mano izquierda sostiene a la altura del rostro una vara
de color obscuro. Sobre la mesa un poco
más delante de sus brazos hay una jarra transparente que contiene un líquido
rojo y al otro extremo una copa dorada
derrama un líquido del mismo color que el de la jarra. Justo al otro lado, de
pie frente a la mesa aparecen tres fieras, las que parecen ser un leopardo y una
pantera.
Con ayuda de estos elementos
podemos, por medio de un par de fragmentos, comparar algunas
características atribuidas a Circe e identificar la transición de Circe de deidad a
bruja.
Es en la Odisea es en el canto X donde Odiseo y su flota
llegan a la isla de Eea, en donde se encontrarán con Circe. En los versos 212-215
de este canto se menciona cómo va apareciendo la morada de circe y sus
alrededores: “[…] allá fuera veíanse leones y lobos monteses/ hechizados por
ella con mal bebedizo/ al llegar mis amigos en vez de atacarlos vinieron/ a
halagarlos en torno moviendo sus colas.”
Frente al personaje femenino de la pintura de Waterhouse se
ven las fieras que si bien no son leones, sí son animales
salvajes y fieros, más están en una posición pasiva, justo como lo describe
Homero en la Ilíada. Además de estas cosas, por la copa que está volteada sobre
la mesa y que derrama el líquido rojo que casi seguramente es la poción de la
jarra, se puede deducir que las fieras fueron víctimas del menjurje preparado
por Circe.
Por otra parte y para constatar el hecho de que algunas
características de Circe terminaron siendo atribuidas a las brujas hasta el
punto de definirla como una, podemos poner especial énfasis en un fragmento de
Cesare Pavese: “Odiseo llegó donde Circe advertido del peligro e inmunizado
mágicamente contra los encantamientos. De ahí la inutilidad del toque le la
varita de la maga.”(Diálogos con Leucó,
“Las brujas”, p.126).
La bruja de la imagen, efectivamente sostiene una vara, la
cual podría ser la que describe Cesare como “mágica”, característica que le fue
atribuía tardíamente y que no pertenece como tal a la Ilíada.
Como podemos ver, aquella “bruja” del cuadro por varias
razones puede identificarse con el personaje de Circe quien es en realidad una
diosa. ¿Será entonces que los atributos de una diosa tan poderosa se tornaron
negativos con el paso del tiempo a consecuencia de un temor masculino hacia
aquello que le parecía de la mujer indescifrable, misterioso, e incluso mágico?
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